APRENDIENDO DE MIS "ERRORES"

Como la verdad que esto es un mundo, voy a limitarme a contaros mi experiencia.

Empecé a invertir en bolsa a los 16 años, veía a mi padre hacerlo todos los días y sinceramente, me llamaba mucho la atención. Fue él quien me introdujo en este mundo del que ahora siento que formo parte y sin el cual no podría vivir.

Para realizar mi primera operación recuerdo perfectamente que estuve tiempo coleccionando las páginas del periódico donde aparecían las cotizaciones, como si se tratase de un niño coleccionando cromos, esperaba que llegase cada mediodía para almacenar una página nueva.


Pasado un tiempo y haciendo caso a las recomendaciones de mis mayores, me decante por una selección de unas siete empresas del ibex, aunque fue poco más lo que me dijeron, pues querían dejarme solo, supongo para que aprendiese.

Cuando junte suficientes páginas me sentía capaz de dibujar el gráfico mentalmente, y a pesar de que no sabía nada me sentía poseedor de un sexto sentido, el cual cuando tomé mi decisión me hizo sentir ganador antes de tiempo, seguramente fuesen las ganas y la energía de no ser más que un niño sin experiencia estrenándose en la bolsa.

Para llevar a cabo mi decisión, simplemente me dediqué a seguir una empresa que me llamó la atención por el hecho de que se encontraba atrapada en un rectángulo, (lo veremos en futuras entradas), es decir, su cotización se encontraba por decirlo de alguna forma “atrapada” entre un máximo y un mínimo al que recurría asiduamente. Fue precisamente en uno de estos mínimos donde yo entré, como podéis imaginar mi capital era ridículo aunque para mí en ese momento era un mundo.

Me posicioné a largo plazo, por la sencilla razón de que cuando la acción alcanzaba de nuevo su máximo mis ganancias eran ridículas, lógicamente, aunque no lo eran tanto porcentualmente, pero que sabía yo. Total, no me fue nada difícil aguantar la situación porque como entre en el mínimo nunca me encontraba en negativo, pero tampoco vendía porque las ganancias en el máximo me parecían ridículas incluso a mí.

Pasó casi un año, en el que yo seguí de cerca las correcciones de mis acciones, lo cual me incitaba más a seguir aprendiendo. (En ese momento acababa de morder un cebo que hasta hoy no he soltado y de lo que nunca me he arrepentido, es más he dado gracias), fue entonces cuando casualmente un día recogí una de estas páginas que seguía guardando y pude ver que mi acción había roto su máximo, mi corazón se aceleró y me llene de adrenalina entusiasmado, en este momento estaba comenzando una nueva tendencia al alza, de la que yo era totalmente inconsciente, pero como seguía subiendo yo seguía esperando, ahora pensaba “Aunque baje un poco sigo ganando”, por lo que me era muy fácil aguantar la posición, finalmente y pasados casi dos años cerré esta operación, con unos beneficios porcentuales de casi un 100%, lógicamente como mi inversión había sido mínima mis ganancias también, pero durante este tiempo aprendí mucho y con el tiempo más aún pude aprender de esta historia que acabo de contaros.

Las conclusiones que he ido sacando yo de esta afortunada inversión que hice han sido:

1. Es muy importante hacer una buena entrada.
Porque te será más fácil estar tranquilo cuando las cosas no vayan bien, ya que estarás perdiendo menos dinero que con una mala entrada. Aguantar en verde en muy fácil.

2. Hay que tener paciencia siempre, pero más a la hora de cerrar una posición.       
  Nunca hemos de precipitarnos. Pues si cogemos una tendencia favorable, que es el trabajo más difícil, no sirve de nada si nos precipitamos haciendo una salida temprana.

3. La confianza en uno mismo es fundamental.
Yo tenía esa confianza, confianza plena en mí. Pensaréis que era fácil, porque al ser un niño en lo que de verdad tenía confianza, viéndolo ahora con perspectiva, era en mi propia ignorancia sobre el tema. De todas formas y con los niveles de conocimientos que abarco actualmente, sigo creyendo que la confianza en uno mismo es primordial.

4. No necesitar para vivir el dinero que invertimos.
    Yo no era más que un crío, pero no necesitaba para nada el dinero que invertí. Fue por esto mismo por lo que dormía bien tranquilo y pude esperar todo el tiempo que consideré necesario.

5. Más vale no hacer una operación que hacerla mal por las prisas.
    No tuve ningún tipo de prisa para empezar a invertir, pues me lo tomaba como un hobby, me gustaba ya el estar con las páginas de los periódicos llenas de números, con ello disfrutaba y mientras tanto esperaba el momento que consideré propicio para invertir sin tener prisa alguna.


Espero que os sirvan, aunque hay muchos consejos más y muy buenos, pero estos son los que obtuve yo con esta inocente inversión.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EXPLICACIÓN DEL DIVIDENDO

1. CONSTRUYENDO NUESTRO SISTEMA